España, donde fascistas y corruptos juzgan a los jueces.
El caso de Garzón nos muestra una cosa, que el Estado actual es una herencia del franquismo, que aún es necesaria una depuración en las instituciones.
Sinceramente el caso de las escuchas puede que merezca un castigo, pero ¿11 años? Parece como si quisieran sacar a un hombre como él de la carrera judicial, pero ¿Por qué? Por un lado el PSOE le odia por destapar el caso de los GAL, por otro el PP por la Gürtel y la memoria histórica, y finalmente tenemos a los jueces que le odian por ser un "juez estrella".
No hay comentarios:
Publicar un comentario